domingo, 24 de octubre de 2010

At the Massey Hall



Ficha Técnica:
Grabación: 15 de mayo de 1953 en el Massey Hall de Toronto
Género: Jazz
Duración: 46:54
Sello: Debut/ OJC Nuevos Medios (España)
Productor: Charles Mingus
Foto de la portada: Bob Parent
Ingeniero de sonido: Tamaki Beck 


Canciones:
  1. Perdido Draken, Lengsfelder, Tizal 7:47
  2. Salt Peanuts Clarke, coleman, Gillespie 7:44
  3. All the things you are/52nd street theme Hammerstein, Kern, Monk 7:55
  4. Wee (Allen's alley) Best, Gillespie, Paparelli 6:46
  5. Hot house Dameron 9:17
  6. A night in Tunisia Gillespie, Paparelli 7:37



Este disco es para muchos críticos unos de los mejores conciertos jamás grabados. Sin duda uno de los mejores en cuanto a BE-BOP se trata. El espectacular concierto fue posible gracias a la labor de una de las instituciones que trabaja por dar a conocer y desarrollar la música de jazz en todo el mundo. La asociación de aficionados al jazz de Toronto, la New Jazz Society y a través de una revista que publican, elaboró una encuesta entre sus lectores para que eligieran a un quinteto ideal entre los mejores músicos del momento.
Esta claro que sus lectores eligieron lo mejor del momento:

Trompeta: Dizzy Gillespie
Saxofón: Charlie Parker
Piano: Bud Powell
Bajo: Charles Mingus
Batería: Max Roach

Nunca se habían reunido estos músicos, pero en aquellos tiempos el mundo del jazz tenia unos circuitos reducidos y todos se conocían. Una de las casualidades es que esta nómina de artistas nunca se volvería a reunir. Otra fue que Parker y Gillespie nunca más volverían a tocar juntos.
Ya que hay tantas anécdotas, tanto del concierto como de la grabación, lo dividiremos en dos partes.

El concierto

Ante el potencial de estos artistas, era probable el rotundo éxito del evento. La verdad es que no fue así, la razón principal es que se cometió un error a la hora de programar el día del concierto, ya que ese mismo día en Chicago se disputaban el campeonato del mundo de los pesos pesados entre Rocky Marciano y Jersey Joe Walcott. Estas dos pasiones el jazz y el boxeo, que muchas ocasiones han mantenido una relación de dualidad, en muchos aficionados al jazz. En una entrevista del pasado año realizada por el periódico alemán Die Pressen el 27/08/09, Eric Mingus, el hijo de Charles, comentaba: Para boxear, hay que combinar conocimientos y, al mismo tiempo, hay mucha improvisación en juego. El boxeo es una buena metáfora de la lucha cotidiana de este arte.
Este fue el motivo por el que de las 12.000 localidades del Massey Hall sólo se vendieron 700, lo que resultó un rotundo fracaso económico. La idea de la sociedad era repartirse los beneficios, pero el único músico que consiguió cobrar la actuación fue Parker que obligó a los organizadores a avalar con su dinero los pagarés que recibieron los músicos.
Charlie Parker tuvo que tocar con un saxofón Grafton http://www.adolphesax.com/index.php?option=com_content&view=article&id=246:saxofon-antonio-fernandez-grafton&catid=48:saxofon&Itemid=270%20(fabricado con el cuerpo y la campana de plástico), cedido por una tienda de Toronto. Según las malas lenguas, el suyo lo había empeñado en Nueva York a cambio de dinero para poder comprar unas dosis de heroína. Bud Powell acababa de salir recientemente del sanatorio mental de Creedmore, en Long Island y tocó completamente borracho. Otro de los inconvenientes era la tirantez de las relaciones entre Charlie Parker y Dizzy Gillespie. Porque había trascurrido poco tiempo de una fuerte discusión que tuvieron ambos, por lo que no parecía el momento adecuado para una perfecta compenetración.
El concierto empezó con el Trío de Bud Powell, Charles Mingus y Max Roach. En el descanso antes de tocar el quinteto, prácticamente la totalidad de los asistentes, músicos y público, cruzaron la calle al bar Bass Rail para ver el combate de boxeo que era trasmitido por TV. Para poder reanudar el concierto los organizadores tuvieron que ir al bar para avisar a todos. Dizzy Gillespie, un gran aficionado al boxeo, se disgustó bastante con la derrota de Jersey Joe Walcott.
Un momento antes de salir al escenario, entre todos, eligieron sobre la marcha el repertorio de la actuación. Todos estos músicos sin duda alguna son grandes artistas, en ellos se nota la influencia de Parker, y juntos consiguen en esta noche una compenetración mágica. Y esto se evidencia en los solos endiablados que consiguen en, Salt Peanuts y Wee, los cuales fluyen creando un mismo diálogo sin interrupciones. En All the things you are redefinen la clásica balada de Jerome Kern, con ecos que recuerdan la interpretación de Bird and Diz de la obra de Grofé, Grand Canyon Suite, además hay que destacar el espectacular solo de Powell. El clásico de Gillespie, Night in Tunisia, donde el incomparable pavoneo en el toque de Parker en su comienzo, le responde Gillespie con un lamento de una gran intensidad emocional. Resumiendo todos se dedican a interpretar unos solos absolutamente espléndidos. Charlie Parker suena como si tocara un saxofón Selmer, Bud Powell consigue una concentración magnifica. Dizzy Gillespie está inconmensurable, lo mismo que Max Roach y Charles Mingus.

La grabación

Charles Mingus harto de la explotación a la que eran sometidos los músicos de color, que no compartían más que una pequeña parte de las ganancias de las grabaciones, decidió llevarse un equipo -magnetofón- para que quedara registrada la actuación. Su intención era editarlo en un sello que luego abriría, llamado DEBUT, siendo esta la primera referencia de su compañía. En la grabación la parte del contrabajo no se grabó correctamente y casi no se percibía. Una vez en Nueva York, Mingus junto con Roach, tuvieron que grabar nuevamente su parte para poder incluirla con el conjunto grabado. En la mezcla final no se percibe en ningún momento esta alteración. Ni siquiera, en los solos de Mingus.
Otro de los inconvenientes era que por motivos contractuales, a Charlie Parker, sólo le estaba permitido grabar para el sello Mercuri. Para evitar este problema, en los créditos aparece como Charlie Chan en homenaje a su mujer y a una detective de ficción de la época. En la portada del disco podemos ver la cara de todos los integrantes del quinteto menos de Parker, en donde sólo le podemos ver las manos sobre el saxofón.

En fin, uno de los mejores conciertos grabados de toda la historia del jazz, para algunos el mejor.






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