sábado, 20 de noviembre de 2010

ORNETTE COLEMAN 2ª Parte - LIBERTAD HECHA SONIDO


Coleman nació y creció en Fort Worth (Texas) en plena depresión. Son unos años duros, pero no fue así para la música afroamericana en Texas. Existía un gran ambiente musical, decenas de bandas de primera fila tocaban por todo el estado. Florecía un estilo musical de piano que se conocía por boogie-woogie o piano de texas. De manera similar, pero esta vez con un saxo tenor que impregnado de blues estaba siempre presente y, que era habitual en la música popular de la época. Con el tiempo este sonido sería conocido como tenor de Texas. No es descabellado afirmar que el blues dominaba la cultura musical de la cultura negra en Texas en los años que Coleman empezaba a dar sus primero pitidos al saxo. En su adolescencia, Coleman se compró un saxo alto, cuando estaba aprendiendo tocarlo confundió la escala y decidió por su cuenta que la escala empezaba por la en vez de por do. Lentamente y por su constancia consiguió hacerse con una base musical pero contó con innumerables contratiempos por el camino. Coleman, adaptaba el blues a su música e incluso en algún tiempo experimentó con el bop, pero aquello que tocaba sonaba muy diferente a lo que se escuchaba por aquella época. Siempre estuvo por encima su forma de tocar y su particular enfoque de la improvisación. En las grabaciones extraoficiales realizadas en el club Hillcrest de Los Ángeles, el saxofonista toca un tema de Parker, Klactoveedsedstene, pero el resultado se aleja de la lectura original y de cualquier estilo dominante. La fuerza del tema esta en la forma en Coleman adapta el tema.
Sus actuaciones en el club Hillcrest hicieron posible la consolidación de los que luego sería el cuarteto que tocó durante mucho tiempo con el saxofonista. Todos ellos tenían como principal punto común el hacer una música mas experimental. Don Cherry, la primera vez que vio a Coleman se quedó impresionado al verlo con barba, pelo largo y un abrigo cuando se registraba treinta y dos grados de temperatura. Tampoco tenia a su favor el aparecer con un saxofón de platico, quizá esto dio pie a las excentricidades que luego Cherry alimentaria con una trompeta de bolsillo. A simple vista el más normal y el componente que da cierta estabilidad tanto emocional como musical era, Charlie Haden. El contrabajista con gafas y bien vestido, se asemejaba a un empleado de banca. Pero creó ese punto intermedio necesario para suavizar las aristas de la música free, con su solidez y al mismo tiempo templanza y suavidad. El pianista y que ejercía de líder era Paul Bley, que permaneció poco tiempo con Coleman, pero que dejaría en años posteriores una huella importante en el free jazz con grabaciones como, Footlose, Mr. Joy, Open for love, entre otras.

La grabación de, Something Else! The Music of Ornette Coleman,que fue denominada en muchos círculos e incluso por la revista Down Beat como un trabajo muy vanguardista, fue en realidad menos avanzado de lo que se presuponía. Las improvisaciones transmiten un modo modal y sólo se intuye la atonalidad de su posterior obra. Sin embargo, parece como si se les hubiera despojado a las canciones de su lastre y clichés y su sonido se percibe más fresco. Pero fue su obra Free Jazz la que rompería los esquemas y presentara a un Coleman radical y totalmente experimentador. Ya hablamos de esta obra en el capitulo anterior.
En esta época ya Coleman tenía un reconocido prestigio, disfrutaba de becas. Nunca sin olvidar que todavía muchas amantes del jazz reniegan de escuchar un disco de free jazz por parecerles una aberración. Pero para otra parte de aficionados tenia ya cierto reconocimiento, es entonces cuando sólo graba un par de discos y se recluye para seguir con su conocimiento musical. Lo sorprendente en este caso es que practicara con el violín, la trompeta y la guitarra y no con un estudio formal del saxofón.
Coleman vuelve en el 1965, y empezaría lo que podemos llamar como segunda parte de su carrera. En esta ocasión en vez de emplearse con el saxofón, se convierte en un músico incansable que abarcaba muchas propuestas diferentes. No sin guiños al pasado con algún que otro concierto, es capaz de abrir nuevos caminos como escribir la música de un quinteto de viento-madera, una obra orquestral Inventions of Symphonic Poems. Una composición como Emotion Modulation interpretada por trompeta y violín, por Coleman, acompañado de dos contrabajistas, una batería y con Yoko Ono como cantante. Hizo de vocalista para un trabajo de Louis Amstrong. Escribió piezas para un cuarteto de cuerda. Un suite Sun suite in San Francisco para el solista de trompeta Bobby Bradford acompañado de cuarteto de Coleman y una orquesta de treinta y cinco miembros.
Todos estos caminos los podemos ver plasmados en los discos Empty Foxhole, The New York is Now!, Science Fiction y Skies of America.
En los siguientes años Coleman que siempre había evitado los instrumentos armónicos como el piano y la guitarra, se une con un guitarrista James “Blood” Ulmer y fusiona el free con elementos funk, rock y música electrónica experimental.

Si no conocéis la obra de Ornette Coleman y dentro de su extensa obra no sabes que escuchar o por donde empezar no te preocupes te hago una recomendación de tres de sus discos. Los dos primeros son de su primera época, corresponden a dos grabaciones de las primeras que realizó para Atlantic con su cuarteto consolidado con Donald Cherry a la trompeta, Charlie Haden al bajo y Billy Higgins a la batería. Estas dos muestras pueden ser una buena introducción, de hecho, más accesible que Free Jazz ya mencionado en la primera parte.











Change of the Century (Atlantic 1959)
No hay duda, Coleman, siempre ha sabido titular bien sus discos. Ya aquí aventuraba un cambio de siglo, en la forma de tocar. En la carpeta del disco el saxofonista decía "Algunos músicos dicen que si lo que yo hago está bien, nunca deberían de haber estudiado". Aquí nos encontramos blues de Ramblin, el bebop en Bird food e incluso música latina en Una muy bonita. Todas pasadas con el tamiz de su estilo libre.





The Sharpe of Jazz to Come (Atlantic 1959)
Otra vez la variedad de su música se hace patente en esta grabación. Una de sus composiciones más emblemáticas se encuentra en este disco. Nos referimos a Lonely Woman una de las canciones que más ha trascendido en su carrera, el lamento de Coleman, conmovedor y bello al mismo tiempo. La media hora restante también merece la pena.



Sciencie Fiction (Columbia 1971)
Corresponde a su segunda etapa, un disco en donde nos encontramos una muestra de la variedad de propuesta musicales que Coleman barajaba. Orquestaciones, cuartetos, quintetos y voces. Uno también de los primeros trabajos donde encontramos al texano más eléctrico.

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